Después de que su novio la dejara, se puso un bikini y nos envió unas fotos mostrándonos sus grandes pechos y sus ojos azules y maravillosos. Uno se vuelve loco y bizco cuando la ve: no sé si mirarle los ojos o los pechos; ojalá pudiera mirar las dos cosas a la vez y de paso estar con ella y consolarla un rato: su novio no volverá, pero quién dice que no vayan a llegar pronto otros mejores para tenerla complacida... ¿como nosotros?